jueves, 24 de junio de 2010

Mockus 2.0 ¿éxito o fracaso?

Por: Juan David Martínez Consultor en Medios y Redes Sociales La campaña 2.0 de Antanas Mockus se ha convertido en una de las más comentadas desde el fenómeno Obama. Antes del veredicto electoral de la primera vuelta, algunos se anticipaban a hablar de un fracaso del trabajo en las redes sociales. Hoy, terminada la contienda electoral, no cabe duda que la campaña 2.0 del Partido Verde es uno de los casos más exitosos del mundo. Para poder hacer esta afirmación es necesario partir haciendo una aclaración: las campañas en Internet no constituyen la campaña en su totalidad, están dirigidas a un público muy delimitado y con mensajes que no abarcan la totalidad de los mensajes. Hay que tener claro que, aunque Internet es un espacio virtual e infinito, el uso óptimo de Internet consiste en invertir esas dos características: hacerlo real y delimitar los espacios. Se trata de crear la ilusión de omnipresencia, reforzando la presencia en centros de gravedad, y posteriormente cumplir con los criterios de repetición de información en grandes cantidades, generando con ello una base de seguidores que termina por replicarse. Ese proceso debe darse en dos espacios: en las redes y en las calles. Ambos fueron exitosos en su medida y, vuelvo a aclarar, el éxito de la campaña en la web no implica el éxito general de la campaña. El número de seguidores en medios sociales de Antanas Mockus es de los más altos del planeta, así como el volumen de eventos y grupos Facebook en su apoyo o la recurrencia de nombre como “World Trending Topic” en Twitter. En cuanto a salir a la calle, la campaña fue menos visible, pero se observó un fenómeno que habrá de ser analizado como nueva herramienta de la comunicación política: los flashmobs. Estos, son la forma más rudimentaria de expresión de una red social en el mundo offline y resultaron una práctica impactante en las principales ciudades; testimonios de eso abundan en Youtube. Del mismo modo, no es atrevido afirmar que un porcentaje, por lo menos mediano, de los más de 3 millones de votos, fueron depositados por personas que se vincularon a la causa de Antanas Mockus a través de Internet (aun cuando no exista en este momento una forma estadística de comprobarlo). Es cierto que no todos lo seguidores votaron. De ser así se habrían alcanzado 4 millones de votos adicionales a los conseguidos por otros canales. Sin embargo, hay que pensar en cómo la campaña logró visibilidad y movilización a partir de su apuesta en Internet. Lo que acá se comprobó es una voz que algunos veníamos explorando dentro de la comunidad del social media en el país: los medios sociales son un complemento a los medios masivos y de ningún modo un remplazo. Allá donde falló la video-política ha llegado internet para subsanar pero no a remplazar. Hay que hacer un llamado a desmentir a quienes afirman que asistimos a una campaña 2.0 que fracasó. Por el contrario, logró lo que ninguna otra había logrado hasta ahora: apropiación del mensaje y movilización del público objetivo - que de ningún modo es suficiente para ganar una elección-. Las fallas de la campaña Mockus habrá que buscarla en otros frentes. Hay que dejar claro que ese éxito frente a la expresión 2.0 de los demás candidatos se basa en la espontaneidad que se canalizó hacia el mensaje central de campaña, mientras que el uso de redes sociales virtuales de otros candidatos fue como un canal para generar opinión. La primera remite modestamente a la teoría del caos, mientras que la segunda, a modelos más anacrónicos y verticales. Esa diferencia marca una distancia muy grande en términos estratégicos. De modo tal, queda por evaluar qué experiencias serán recogidas por campañas futuras. Debemos desde ya, fijar la mirada en otras elecciones en el continente, donde con seguridad se reflejará este primer aprendizaje. De la experiencia Mockus quedan muchos errores de los que aprender, pero también un enorme avance en la curva de aprendizaje de prácticas que con seguridad se seguirán replicando en las campañas 2.0 en el corto y mediano plazo. Juan David Martínez Comunidad inventiolab investiga y comunica

martes, 1 de junio de 2010

OPINIÓN: Las elecciones tal cual ocurrieron

Por: Nicolás Umaña Jimeno Consultor Buenas noches, (en la noche del conteo) Escrutado el 100% de los votos en la primera vuelta de la elección presidencial colombiana, los resultados son los siguientes (cifras redondeadas): Juan Manuel Santos 46% Antanas Mockus 21% German Vargas 10% Gustavo Petro 9% Noemi Sanín 6% Rafael Pardo 4% Una participación del 50% de los electores, cifra totalmente típica para un proceso electoral presidencial en Colombia. Se puede decir hoy en día, que la segunda vuelta que se realizará el próximo 20 de Junio no es más que una pura formalidad. El nuevo Presidente de Colombia es Juan Manuel Santos. Ninguna de las encuestas publicadas por los diferentes medios de comunicación en Colombia se acercaron a este resultado. La principal razón de ese error es que, en casi todas esas encuestas, la intención de voto aparecía entre el 60 y el 70%, y en realidad esta participación fue del 50%. Esos puntos de más que reflejaban las encuestas, eran personas tradicionalmente abstencionistas, que simpatizan con el movimiento de la “Ola Verde” de Mockus; su gran apoyo en Facebook y Twitter, de personas que no necesariamente podían votar, y que responden favorablemente en las encuestas, pero llegado el día de la verdad, les da la misma pereza o decidía de siempre y no salen a votar. Por otro lado, el temor que causaron esas encuestas en las huestes del Partido de la U, al mostrar a Mockus tan cerca hizo que toda la maquinaria política se moviera como un verdadero reloj, asegurando el rotundo triunfo de hoy. Me permito asegurar que Santos ganará con amplio margen la segunda vuelta como resultado del análisis de los discursos de él y de Mockus una vez conocidos los resultados: Mockus: Estuve frente a un grupo grande de fans cantando y repitiendo sus frases o coros de campaña. No tuvo la capacidad ni la claridad de enviar ningún mensaje de ningún estilo. Se limitó a repetir tontamente las frases simpáticas de sus seguidores, desaprovechando los diez minutos más importantes de la campaña, en la que todo Colombia estaba oyéndolo. Juan Manuel Santos: Hizo la tarea juicioso. Hizo un discurso del que no se le escapó ninguno de los mensajes clave para un día como hoy: Se mostró como un hombre de familia, acompañado en la tarima solo por su esposa y sus hijos, a quienes agradeció el apoyo de primeros. De la misma manera, agradeció y ofreció el resultado a Dios. Tema que causó polémica hace un par de semanas cuando Mockus se declaró ateo y después corrigió. Le dio gracias a todo su equipo, a su fórmula vicepresidencial Angelino Garzón, a las Fuerzas Militares y de Policía, a las autoridades electorales. Hizo una gran alabanza del Presidente Uribe y de su obra de Gobierno. Y como si no fuera suficiente, término haciendo una invitación contundente, con nombre propio y mensaje claro a los cuatro candidatos que no pasaron a la segunda vuelta, abriéndoles las puertas en lo que llamo su “Gobierno de Unidad Nacional”, lo cual hizo con gran generosidad y mucha precisión. Envió un mensaje claro a los países a Ecuador y Venezuela diciendo que no reconocía enemigos en sus gobiernos. Por todo lo anterior, es previsible que Santos logre captar la gran mayoría de ese 29% de colombianos que no votaron ni por Mockus ni por él, lo cual le dará una amplia victoria en la segunda vuelta. Feliz Noche