martes, 18 de mayo de 2010

OPINIÓN: ¿Dicotomías o errores verdes?

Por: Daniel Quiroga Plazas Edil de Chapinero (Cambio Radical) En estos días de euforia por el cambio y la esperanza que representa Antanas Mockus y su ola verde, hay muchos que se preguntan por el panorama político y lo que su victoria representaría para el país hacia el futuro. Vemos que con un país ya polarizado entre izquierdas y derechas, vamos a pasar a un plano moralista de los buenos contra los malos o también podríamos ser llamados los políticos contra los anti-políticos o inclusive, los corruptos contra los transparentes. Sin embargo, lo que es realmente preocupante es la falta de propuestas en el debate electoral y el tono abstracto y poco realista que se le está dando al mismo. Personalmente soy partidario de una ideología partidista sólida, lo cual en este país no es fácil por lo poco que los partidos representan y lo similares que son entre ellos. El gran error de los ex alcaldes incluyendo a Fajardo fue pecar por un personalismo electoral que los hundió en pasadas elecciones y que se dieron cuenta que necesitaban un cascaron para poder surgir y así lo hicieron, pero ¿saben ustedes de donde sale el partido verde, ese girasol que representa la transparencia y novedad? Este partido surgió como un partido minoritario lo cual le dio la personería jurídica en el 2006. El Partido Verde fue el partido más grande de minorías para dichas elecciones, y luego en el 2007 ganó las gobernaciones de Boyacá y de Cesar, además de distintas alcaldías y concejos en el país. Hasta ahora todo está bien, pero lo que muchos no saben es que este partido que alardea no tener corruptos y ser la opción de transparencia, fue ayudado en su fundación por Luis Alberto Gil, preso por parapolítica. Muy poca gente sabe también que la mitad de sus congresistas están siendo investigados. Tampoco se sabe que en uno de sus fortines –Boyacá- Jorge Londoño (presidente del partido) haya sido inhabilitado por la procuraduría durante 12 años de ejercer cargos públicos por irregularidades en la contratación estatal durante su mandato. Con esta investigación en curso, se lanzó en estas elecciones del 2010 y sacó la segunda mayor votación del partido, la cual permitió que entrará un senador más del verde. Otro aspecto que preocupa es el de la “renuncia” a la reposición de votos. Sin embargo, lo que la opinión pública desconoce es que cuando uno renuncia a una reposición es porque tiene derecho a ella. Por ende, el esquema costos contra votos obtenidos en la consulta verde, no le significa una reposición. Detrás de todo hay una gran estrategia de marketing en aras de mostrar transparencia, porque si los gastos de una campaña son menores al tope, la reposición solo cubre esos gastos. Esto significa que uno jamás podrá renunciar a algo que ni tiene ni se puede apropiar; algo similar le había sucedido a Mockus en su primera alcaldía del 94. Debo decir que así como la ética empieza en casa, toco darle crédito de esta última información a Rafael Nieto Loaiza del País de Cali, en un artículo llamado Antanas, el austero de Abril 18 de 2010. Nieto después de investigar el caso, muestra que: “Cuando Mockus fue alcalde presentó una cuenta de gastos de $25.918.000, dinero que se le entregó mediante la orden de pago 045068 del 15 de marzo de 1995.” Sin embargo, Mockus demandó a la Nación porque quería que le pagaran $47.940.350 adicionales, “más intereses comerciales y moratorios”, la suma que según él le faltaba por recibir después de multiplicar sus votos por $150 pesos, el valor de reposición de entonces. Mockus quería ganarse una plática más allá de lo que se había gastado, y por cuenta del Estado. Afortunadamente el 14 de octubre de 1999, el Consejo de Estado negó de manera definitiva la pretensión de Antanas y le recordó que “en ningún caso la suma de dinero reconocida por concepto de reposición de gastos podrá superar el monto de los gastos efectuados durante la campaña por los respectivos candidatos.” Acabo con una última reflexión, ¿Quien conoce al temido JJ Rendón? ese ogro del que todos hablan por estos días que odiado o querido es uno de los mejores consultores políticos de América Latina. Bueno, para su información este señor trabajó con Fajardo en lograr la elección Alonso Salazar como alcalde de Medellín, quien es cuota de Fajardo. Adicionalmente, fue Rendón quien le ayudo a armar las juventudes Fajardistas (más información aquí). No quiero atacar a nadie, pero no usemos doble moral con estos temas. Los invito a que no nos dejemos comprar la conciencia ni por el clientelismo y el chancuco, ni por la demagogia y las falsas expectativas. Vote por propuestas y no por encuestas. El voto utilitario en un sistema de dos vueltas es para la segunda vuelta, en la primera vote bien, vote a conciencia por el que le guste. Usted jamás botará el voto si vota por el que le gusta, si no todos votaríamos por el que va a ganar y no existiría la democracia. Opinión comunidad inventiolab investiga y comunica

lunes, 10 de mayo de 2010

Comprendiendo el voto de opinión

La actual campaña electoral a invitado a medios y expertos a explorar temas que con frecuencia duran unos años escondidos en aulas universitarias y foros de expertos. El voto de opinión, si significado y posible incidencia en el resultado de las campañas presidenciales del 2010 es una pregunta que se hace la última edición de la Revista Credencial. Juan Fernando Giraldo, de inventiolab, aporta unas ideas al artículo ¿Qué tan posible es que el voto de opinión gane unas elecciones en Colombia? de la Revista Credencial. Compartimos con ustedes algunos apartes. Pueden dirigirse al artículo completo aquí. Se trata de un fenómeno cada vez más común en las grandes poblaciones urbanas, donde el grado de educación es mayor y la presión política más baja. Es más, Jorge Londoño, de Invamer Gallup, lo relaciona con estratos medios y altos. Se trata de aquello que los politólogos han definido como voto de opinión. "No son los programas, la ideología o las propuestas profundas las que mueven al electorado: es la opinión -dice Juan Fernando Giraldo, especialista en mercadeo político-. Las opiniones con frecuencia no políticas que nos formamos sobre los candidatos con información mediática, son las que definen la intención de voto". No se trata de un voto arraigado: es volátil y cambiante, pues no lo mueven las pasiones partidistas o las ansias de que el político cumpla con lo prometido, sino que depende, digámoslo así, del gusto; y el gusto, ya lo sabemos, es cambiante. (Ir al artículo completo) inventiolab investiga y comunica

miércoles, 5 de mayo de 2010

Campañas 2.0: realidad política “offline”

Columna de opinión publicada en el periódico del Parlamento Andino, “El Cóndor” para su edición de abril de 2010. Todos sabíamos que tendríamos una campaña electoral corta, pero pocos nos imaginamos que fuera a ser tan emocionante. Seguramente, los asesores de los candidatos estaban preparados para incluir a las redes sociales en las estrategias de campaña, pero tal vez ninguno estaba preparado para la sorpresa que nos darían cientos de miles de colombianos desde las redes sociales. Cuando empezó la campaña electoral, estas redes ya eran una realidad. A finales del 2009 Colombia era, junto con Brasil, el país de América Latina en donde crecían con más rapidez. Según datos de la firma Indexcol, más de 20 millones de colombianos tenían acceso a internet, unos 8 millones eran de usuarios de Facebook y por lo menos 100,000 lo eran de Twitter. Pero esto ya lo sabíamos. Hagamos memoria: Ya habíamos sido testigos de una gran marcha global y multitudinaria convocada desde las redes sociales por ciudadanos del común para rechazar a las FARC y ya sabíamos que las cámaras de CityTV podían encontrar en YouTube audiencias globales y un tanto implacables (gracias al señor del tapabocas). Tampoco era nuevo su uso para asuntos políticos. Según un estudio de la Universidad Externado del 2008, el 72% de los colombianos activos en redes sociales las usaban para expresar opiniones y otro 47% para movilizar a otros en torno a alguna causa. Sergio Fajardo y Piedad Córdoba ofrecen buenos ejemplos del uso de YouTube, Facebook y Twitter para conectarse con sus seguidores desde hace un tiempo. Las redes sociales parecen servir para hacer política, sin embargo, las campañas legislativas de marzo pasado no nos sirvieron como termómetro para comprender cómo usarlas para buscar votos. Datos de inventio•lab muestran que hubo de todo: desde una Arleth Patricia Casado con 250 seguidores en Facebook y más de 111,000 votos, hasta un Juan Felipe Campuzano, quien pese a estar en el top 3 de candidatos con mayor número de seguidores, obtuvo 11,000 votos, que no alcanzan para obtener una curul en el senado. Si ya sabíamos todo esto, ¿cuál es la novedad de la actual campaña presidencial? Lo notable de esta contienda electoral, y del avance inesperado de la campaña de Antanas Mockus, consiste en la velocidad y el volumen del crecimiento de sus seguidores en la red, su rápida transición al mundo fuera de línea (offline) y la autonomía del movimiento. En materia de seguidores, para usar el lenguaje de las redes, Antanas Mockus pasó de tener el número de seguidores que tenía David Murcia, a igualar a Nelson Mandela y el Discovery Channel en pocas semanas. Al ritmo actual es posible que supere a reconocidas estrellas como Juanes o la banda de rock Kiss antes del 30 de mayo. La velocidad del crecimiento y el volumen de internautas que lo apoyan con ‘clics’, lo hacen un fenómeno único y sin precedentes en la política Colombiana. Sus contendores lo vieron en su momento como un fenómeno propio de las redes sociales y restringido a éstas: jóvenes y estudiantes en centros urbanos. Las encuestas, sin embargo, demostraron que el fenómeno había desbordado la red. En pocas semanas, la intención de voto por Antanas creció más de 15%. Esto demostró que también en Colombia, una conexión emocional puede convertir un movimiento digital en un fenómeno político real. Ser noticia, por supuesto, ayuda. El interés autónomo y el deseo de participar de un amplio grupo de ciudadanos es el más interesante de los fenómenos de estas campañas. Las posiciones, los videos, la publicidad, las imágenes, las ideas y buena parte del contenido de campaña son generados por los usuarios. Las mejores ideas no las están lanzando famosos publicistas sino una enorme y activa red de ciudadanos. Nadie los está guiando, los seguidores están llegando, opinando, convenciendo y compartiendo sus ideas con los demás. La pregunta central se mantiene, ¿logrará Antanas convertir a sus seguidores en electores? No tenemos forma de saber qué campaña electoral resultará victoriosa en las urnas. Pero la campaña del naciente Partido Verde nos permitió ver con nitidez que el potencial de movilización y autonomía de la expresión ciudadana que ofrecen las redes sociales está ahí. Sin duda seguiremos viendo nuevas y variadas manifestaciones de colombianos debatiendo y ejerciendo ciudadanía desde la red con un impacto en la política “offline”. inventiolab investiga y comunica Juan Fernando Giraldo Fecha original: 18 de abril de 2010