viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Qué palabras te funcionan a ti?


Frank Luntz (2007) en su trabajo “Words That Work” sobre el poder del diseño del lenguaje a la hora de persuadir audiencias en procesos de comunicación política y corporativa, ofrece en sus primeras páginas un conjunto de diez reglas para asegurar un lenguaje efectivo que nos inspiraron a pensar en un eventual ejercicio de investigación que podría arrojar algunas pistas sobre el mejor uso del lenguaje en contextos de campañas electorales o gubernamentales.


Apóyanos con tu opinión y participa en la elaboración de unas primeras observaciones exploratorias sobre el fenómeno respondiendo a dos cortas preguntas en el foro de comentarios más abajo.
1. ¿Cuál es el eslogan de campaña que más recuerdas?
2. ¿A qué candidato correspondía el eslogan?
3. ¿Votaste por ese candidato?

Aunque en general encontramos el texto de Luntz algo informal e intuitivo por la forma en la que induce algunas de sus afirmaciones de pretendida validez general, el contenido de la propuesta es muy útil y consistente con la intención de proponer un lenguaje sencillo, claro y eficiente.

Lo que nos interesó de la primera parte de la propuesta de Luntz tiene que ver con el tipo de slogans que tienen la posibilidad de tener más recordación entre audiencias. No nos cabe duda que la publicidad ha realizado estudios de recordación de eslóganes y afirmaciones efectivas con intención de venta. Sin embargo, nos surge la duda de cuáles son los eslóganes de campaña que tienden a ser más recordados por los electores en Colombia.

Como propuesta inicial, se nos ocurre que una encuesta de preguntas abiertas que indague por el eslogan de campaña que más recuerden los ciudadanos nos podría dar pistas sobre el tipo de palabras, el tipo de argumento que ofrecen y la cantidad de información en una perspectiva comparada.

En un experimento de esta naturaleza sería interesante explorar, por ejemplo, si existe alguna relación entre la recordación que tiene el eslogan y si quien lo recuerda de hecho votó por el candidato que lo ofrecía. Sería también interesante explorar el medio de comunicación al que asocia el ciudadano y si existe alguna diferencia en la manera en la que operan los eslóganes de campañas gubernamentales frente a las campañas electorales.

No pretendemos con este experimento reemplazar un eventual estudio en mayor profundidad, pero tu colaboración puede ser muy útil para avanzar en una propuesta exploratoria inicial sobre cuáles son las palabras que funcionan en Colombia para las carreras electorales.

inventiolab investiga y comunica

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Luntz, Frank (2007). Words that Work: it's not what you say, it's what people hear. Hyperion Books, New York.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Si "los de a pié" y las "élites" no están de acuerdo, la clave está en lo que dejan ver los medios

El pasado 11 de noviembre, La Silla Vacía publicó una breve nota en la que contrastaba “la más reciente encuesta de Gallup” con una encuesta de la Misión de Observación Electoral a las “élites”. De acuerdo con la nota, mientras que el 82% de los encuestados por Gallup se mostraba a favor de una segunda reelección del presidente Álvaro Uribe, el 78% del total de representantes de medios, académicos y gremios, entre otros, afirmaban estar en total desacuerdo con la reelección presidencial.

La diferencia parece confirmar una creencia generalizada sobre la distinción entre la opinión pública y la opinión publicada. Sin embargo, pareciera también contradecir los resultados de uno de los estudios más reconocidos del comportamiento general de las opiniones de los ciudadanos. El estudio sugiere que las opiniones de los ciudadanos son resultado de las guías que proveen las “élites” dependiendo de la disponibilidad de esas guías u opiniones en los medios de comunicación, el volumen total de información disponible y la presencia de opiniones divergentes (Zaller, 1992).

La diferencia entre la opinión recogida directamente de la opinión pública y la opinión de líderes de opinión no necesariamente refleja una desconexión entre “los de a pié” con las “élites”, como parecería evidente concluir. Esta brecha entre las opiniones puede ser producto del contenido general de la información que consume el conjunto de ciudadanos de los medios de comunicación y de los hábitos de consumo de estos ciudadanos.

En nuestra opinión, surgen dos preguntas cruciales para comprender el fenómeno sobre el que la Silla Vacía llama la atención. 1) ¿Aparecen en los medios de comunicación de manera frecuente, equilibrada y balanceada las diferentes versiones que estos líderes de opinión están ofreciendo y que parecen no coincidir con el conjunto de los ciudadanos? y 2) ¿están los ciudadanos echando mano de los medios de comunicación para formarse una opinión sobre la reelección?

El problema no es que la opinión pública y la opinión publicada estén desconectadas. Lo que nos intriga es que esa desconexión tiene explicaciones que con frecuencia deben buscarse en el contenido de los medios que no favorecen un uso amplio y diverso de fuentes y en un mejor conocimiento de las fuentes de información y mecanismos que usamos los ciudadanos para formarnos opiniones y emitir juicios sobre temas políticos.

Juan Fernando Giraldo

inventio·lab investiga y comunica

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Zaller, John (1992). The Nature and Origins of Mass Opinion. Cambridge University Press.